Hace unas semanas me leí este artículo en la revista El Malpensante titulado "La farsa de las publicaciones Universitarias." Hoy me llegó de nuevo a través de la lista de profesores de la Universidad, con un adjunto en donde un profesor esgrimía y compartía sus comentarios con el profesorado, en ejercicio de su legítimo derecho a perder el tiempo (similar al que estoy ejerciendo en este momento, pero dos páginas menos ambicioso).
Citando textualmente entre líneas al artículo original:
"Según Colciencias, solo en el área de “ciencias humanas” hay actualmente 96 revistas especializadas en Colombia (en esas ciencias incluyen, por motivos bastante misteriosos para mí, la teología). Se supone que estas publicaciones tienen como fin principal mostrar las ideas y descubrimientos de los investigadores, eruditos, críticos y demás miembros de una comunidad académica [...] Sin embargo, lo anterior solo son pajaritos en el aire. Porque lo que uno encuentra cuando consulta esas revistas es una serie de escritos contrahechos, triviales, autocomplacientes y, desde luego, casi ninguna discusión o crítica genuinas."*
y continúa....
"Como en el caso de las revistas, la circulación de estos títulos [libros] es muy reducida, y no precisamente por la especialización, sino más bien por un fenómeno similar al de las publicaciones periódicas: los autores no escriben para ser leídos, sino para engrosar su currículo y aumentar su sueldo"*
y remata cinco páginas después:
"No es sorprendente, entonces, que el resultado consista en egresados borregos o frustrados; ni que a casi nadie le importe la ingente cantidad de cosas que publicamos. Hacen bien, después de todo: en la mayoría de los casos, son una pérdida de tiempo, plata y esfuerzo. Mientras tanto, las universidades y el gobierno siguen cacareando sus discursos ociosos sobre la excelencia académica, el crecimiento de los grupos de investigación y las revistas “indexadas” (así dicen)."*
¿Que tal el individuo?
Eso sí, amigo Copero, siéntase tranquilo, aquí se publica con impacto (no solo científico), con calidad, con norte, se contribuye a la discusión científica informada, y no se le hace el quite a hacer investigación para la solución de los problemas nacionales (e internnnnnnnnnacionalessssssssss, como dice un tocayo mío)
*"La farsa de las publicaciones universitarias" por Pablo Arango, Mayo 2009, No. 97, www.elmalpensante.com
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5 comments:
Claramente el tag tenia que ser "humor" ¿Qué mas podía ser?
Podemos tener los comentarios del profesor (en privado obviamente)?
Yo estoy convencida que los unicos que leen los top journals academicos son los que estan en el negocio academico. Hablando con profesores aqui, parece que el motto en casi todos los journals tipo vedette (management science et. al) es sacrificar relevancia por elegancia matematica, haciendo supuestos para que el problema sea analiticamente trabajable, eso si, derrochando herramientas matematicas en busca de sacar un resultado general en forma de teorema para entusiarmar a los referees.
Mire no mas el caso de Interfaces, un journal que entre los academicos es considerado medio de pacotilla o de bajo nivel, pero es el unico en donde los modelos propuestos en sus papers realmente resolvieron problemas y el unico que esta cerca a ser leido por un practitioner.
Cierro con la siguiente historia. Dantzig mando un paper a Interfaces con un modelo para planear la tala y siembra de arboles en los parques naturales aqui en US. En Interfaces el paper tiene que ir acompaniado de una carta de la compania/organizacion que diga que estan usando el modelo para que sea revisado. El paper de Dantzig no tenia esa carta y por eso el editor rechazo el paper explicandole que la razon era que tenia que haber una prueba del uso del modelo propuesto. Dantzig escribio de vuelta, bastante emp*tado, exigiendo una rectificacion de semejante atrevimiento, si lo que el estaba haciendo era un favor para el journal queriendo publicar ahi; a lo que el editor le respondio de vuelta, mandeme una nota, asi sea de un guardabosques que diga que uso su modelo para sembrar o talar un arbol y le publico el paper.
La historia fue contada por Steve Graves.
Natalia, ¡excelente historia!
Creo que el editor era Robert Woolsey, pero no estoy 100% segura de eso.
Es muy chistoso ver a las "primas donnas" de OR contando historias de estas.
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